Vivir, disfrutar, reir... DESFASAR.

Los padres intentan convencernos de que la fiesta no es buena, de que es innecesaria, que es malo emborracharse y fumar y que la noche es peligrosa... pero, ¿acaso ellos no hacían lo mismo con nuestros años? 
La verdad que no lo sé, quizás si, quizás no, pero de una cosa si estoy segura, y es de que nadie va a pararme. Porque soy joven, solo tengo ganas de reír y disfrutar, de desconectar del mundo, de olvidarme de mis pequeños problemas que para mi son enormes, problemas que intentan amargarme y no quiero, porque ya tendré tiempo de ello.
Salir de noche, y volver de madrugada sin saber que he hecho exactamente, a cuantos chicos he besado ni cuanto alcohol me he metido en el cuerpo... Dudas que aparecen al día siguiente y no consigues respuesta para ninguna de ellas, es increíble... Tan solo puedes sonreír y pensar en cuantas fiestas quedan todavía mejores o peores que las ya vividas y descubrir los límites de la locura, del descontrol, de la vida.